PPrestige : Aquí no ha pasado nada

LAS NOTICIAS NO OFICIALES

AGOSTO 2003

EL GOBIERNO ADMITE QUE EL VERTIDO DEL 'PRESTIGE' PUEDE HABER LLEGADO A LAS 64.000 TONELADAS

El Gobierno reconoció, implícitamente, que ha perdido el rastro a 23.700 toneladas de fuel. Creía que en el pecio del petrolero quedaban 37.500, pero las últimas inspecciones, una vez que han sido cerradas todas las grietas del buque, detectan sólo 13.800, el 18% de la carga. Con estos nuevos cálculos, el buque habría vertido al mar un total de 64.000 toneladas, y no las 40.000 que se habían admitido hasta ahora oficialmente. El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, respondió sin contestar: "Hay dos datos: que nos dicen que el petrolero llevaba 77.000 toneladas y que en la costa y en el mar hemos recogido hasta ahora unas 130.000 toneladas de residuos -51.000 en el mar y 79.000 en las playas-, y aún no sabemos cuánto de eso es fuel" (Agosto 2003). 

CONTINÚAN LAS PLAYAS CON RESTOS DE MAREA NEGRA 

Durante la crisis del Prestige, el Gobierno auguró que este verano nadie se acordaría de la marea negra que destrozó la costa gallega en invierno. Los bañistas del norte saben que eso no se ha cumplido. La imagen de los veraneantes limpiándose los pies de chapapote con aceite es una atracción más de las playas cantábricas. Más de 4.000 personas trabajan aún, nueve meses después del hundimiento, para limpiar la costa. Entre el 1 de julio y el 11 de agosto han retirado 2.864 toneladas de residuos, según datos oficiales. Los mismos que anuncian que cada día llega nuevo fuel a unas 30 o 60 playas. Unas 135 de ellas han amanecido sucias en algún momento del verano. La lotería del viento y las mareas distribuye cada día los restos de la catástrofe por toda la costa del Cantábrico. El pasado 7 de marzo, cuando los medios de comunicación comenzaban a bajar la presión sobre el Prestige, y la guerra ya lo absorbía todo, el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, daba una muestra más de su conocido optimismo: "Confiamos en que el próximo 1 de julio las playas recuperen la normalidad". La temporada turística estaba en juego, y el Gobierno quería dar la sensación de que la arena del norte, y sobre todo el agua, estaría como todos los años: muy fría y muy limpia. Pero no fue así. Cada día, la prensa regional da cuenta de la aparición de restos de fuel en las playas. Un breve recorrido por la asturiana costa de Llanes, una de las más afectadas este verano, devuelve inmediatamente al presente una catástrofe de la que ya han transcurrido nueve meses. Las playas principales, las más concurridas, están aparentemente limpias. Y llenas. Aunque, eso sí, sin banderas azules. El Cantábrico ha perdido temporalmente, por culpa del chapapote, 39 que tenía desde A Coruña hasta San Sebastián. Cada día, una legión de limpiadores, parados contratados por los ayuntamientos o personal de Medio Ambiente, recoge los restos al borde del agua. Pero nada se puede hacer con lo que hay dentro, y eso es lo que mancha a los bañistas. Según los datos de la oficina del comisionado del Gobierno, Rodolfo Martín Villa, hay 4.031 personas contratadas trabajando aún en la limpieza, entre ellas 150 militares que siguen en Galicia. La situación empeora en cuanto se buscan playas desiertas. Allí no trabajan las 77 cribadoras y 580 hidrolimpiadoras con las que cuenta el dispositivo anti-fuel. En las rocas son bien visibles los restos, algunos derritiéndose al sol, y bañarse en el mar implica mancharse algo más que los pies. Los habituales de estas calas se quejan de que las playas más comerciales tienen limpiadores que no hacen nada pero tranquilizan a la gente con su presencia, mientras el chapapote se acumula en algunos paraísos más escondidos (Agosto 2003). 

CONTRATADA PARA RASTREAR FUEL UNA EMPRESA EXPEDIENTADA POR CASCOS 

El buque cablero Teneo, que rastrea los fondos marinos gallegos y cantábricos en busca de fuel, está tripulado por personal de Remolcadores Nosa Terra, SA (Remolcanosa), expedientada por el Ministerio de Fomento. Durante el naufragio del Prestige, hace nueve meses, negoció con la armadora del buque antes de remolcarlo para la empresa pública Salvamento Marítimo (Sasemar). La tripulación del Teneo pertenece a Remolcanosa y su contrato está sujeto al convenio colectivo de esta empresa, según denuncia la Asociación Española de la Marina Civil. Es la misma empresa propietaria del remolcador Ría de Vigo que tenía asignado el control del corredor marítimo de Fisterra cuando el Prestige sufrió una vía de agua, pasadas las tres de la tarde del pasado 13 de noviembre. El Ría de Vigo acudió en su auxilio a las 18.00 horas, pero el capitán del petrolero comunicó a Sasemar que tenía órdenes de su armador, Crown Ressources, de no tomar remolque hasta nuevo aviso. Una hora antes, Smit Salvage, una multinacional de salvamento, pidió al director de operaciones de Sasemar, Jesús Uribe, poder disponer del Ría de Vigo para remolcar al Prestige. Uribe respondió que dependía de la aprobación de la autoridad marítima. A las 21.00 Remolcanosa recibió un fax de la multinacional asegurando que tenía el permiso, según declaró en el juzgado de Corcubión (A Coruña) el jefe de operaciones de Remolcanosa, Gonzalo Vidal. A esa hora se iniciaron los intentos de remolcar al petrolero. Casi un mes después, cuando se conoció el doble contrato del Ría de Vigo, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, proclamó su intención de emprender acciones legales contra la empresa y la apertura de un expediente investigador. El ministerio no ha revelado desde entonces el estado de ninguno de los dos procedimientos. El fundador y ex administrador de Remolcanosa, Fernando Fernández Tapias, participó con el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y varios miembros de su Gobierno, en la cacería que tuvo lugar en Toledo el fin de semana en que el fuel del Prestige empezó a llegar a la costa gallega, y que todavía se sigue recogiendo. Más de 60 toneladas de fuel fueron extraídas hasta la fecha de los fondos marinos de las Islas Atlánticas, según el Gobierno (Agosto 2003).  

LOS EFECTOS DEL VERTIDO DEL 'PRESTIGE' SE DEJARÁN SENTIR DURANTE DIEZ AÑOS, SEGÚN LOS EXPERTOS 

La recuperación completa de los fondos marinos, fundamentales en la cadena alimentaria del mar, tardará al menos 10 años. La mortandad por el vertido entre los pájaros estará entre 250.000 y 300.000, en una proyección optimista basada en otros vertidos. Esto lo convierte en la mayor tragedia para las aves en toda la historia europea. Éstas son algunas conclusiones de un detallado estudio de más de 700 páginas elaborado por más de 40 doctores y catedráticos de las tres universidades gallegas. El estudio analiza todos los aspectos de la catástrofe y sus consecuencias. Y especialmente grave será, según sus conclusiones, la situación de los fondos marinos. Los doctores José Mora Bermúdez y Adoración Sánchez Mata, de la Universidad de Santiago, y Mariano Lastra Valdor y Manuel Ángel García Gallego, de la de Vigo, analizan las consecuencias del vertido para los fondos bentosos. Allí viven los organismos que sirven de alimento a la mayoría de los peces de fondos arenosos. Los expertos concluyen que sólo dentro de cuatro años comenzarán a recuperarse los fondos afectados por el fuel. Esta proyección se puede hacer con fiabilidad gracias a los estudios que estos mismos profesores realizaron tras el último gran vertido que afectó a Galicia, el del petrolero Mar Egeo, en 1992. La normalidad absoluta de los fondos, esto es, la vuelta a la situación anterior al vertido, tardará al menos 10 años. Y la recuperación de la normalidad biológica en toda Galicia no se espera hasta 2015. Estas conclusiones están recogidas en los cientos de páginas del estudio El impacto del Prestige, promovido por la Fundación Pedro Barrié de la Maza y dirigido por Fernando González Laxe, ex presidente socialista de la Xunta de Galicia (Agosto 2003).  

UN INFORME DEL PARLAMENTO FRANCÉS CUESTIONA LA GESTIÓN DEL GOBIERNO ESPAÑOL EN EL 'PRESTIGE'  

La Asamblea Nacional de Francia cuestiona en un informe la gestión del Gobierno español en la crisis del Prestige, en concreto la decisión de alejar el barco, teniendo en cuenta su estado y las condiciones meteorológicas, lo que constituye "sin ninguna duda uno de los factores del naufragio". Durante seis días, el petrolero navegó con un "rumbo errático y poco controlado", cambiando de dirección varias veces. La decisión de alejarlo hizo que se hundiera a 130 millas de las costas gallegas. Y eso provocó que la marea negra no se quedara sólo en Galicia y llegara hasta las playas francesas. Tras el naufragio del Prestige el 19 de noviembre de 2002, la Asamblea Nacional francesa, equivalente al Congreso de los Diputados en España, creó una comisión de investigación relativa a la seguridad del transporte marítimo. Dicha comisión publicó el pasado 10 de julio un informe que analiza el siniestro y en el que se cuestiona la decisión del Gobierno de alejar el buque. El documento retoma las explicaciones dadas por las autoridades españolas a la comisión, quienes declararon que el alejamiento era "la unica decisión posible", pero las confronta con dos informes, de la oficina francesa de investigación de accidentes marítimos, BEA-mer y de la sociedad clasificadora del Prestige, American Bureau of Shipping, en los que aseguran que "el remolque del navío y su exposición prolongada a condiciones meteorológicas muy desfavorables están sin duda en el origen de la ruptura del casco y su naufragio" (Agosto 2003).  

FRANCIA INTERROGÓ A LOS ALTOS CARGOS ESPAÑOLES QUE NO COMPARECIERON ANTE LA CÁMARA GALLEGA 

Lo que no permitió el Gobierno del Partido Popular en España, cuando prohibió que los funcionarios involucrados en la catástrofe del Prestige declararan ante el Parlamento gallego; lo consintió ante una comisión de delegados de la Asamblea Nacional francesa, quienes se entrevistaron a finales de mayo con los máximos responsables de la gestión de la crisis ocasionada por naufragio del petrolero. El objetivo de la delegación, que estuvo en Madrid, Santiago de Compostela y A Coruña entre el 27 y el 28 de mayo de 2002, era "comprender las circunstancias del accidente, el desarrollo de las operaciones de salvamiento y la lucha contra la contaminación". Se entrevistaron también con parlamentarios en el Congreso de los Diputados y pescadores y alcaldes en Galicia. Entre los entrevistados por la delegación figuran José Luis López Sors, director general de la Marina Mercante y responsable, según el informe francés, de la decisión de alejar al petrolero de la costa gallega; Rodolfo Martín Villa, comisionado para la gestión de la crisis del Prestige; y Adolfo Menéndez Menéndez, subsecretario de Estado de Transportes. El 27 de mayo, en Madrid, se entrevistaron con este último, quien dijo que "ante un siniestro de tal amplitud, todos los medios disponibles no serán nunca suficientes", y agregó que lo único seguro es la prevención. Esta afirmación no convenció a los delegados franceses, quienes escriben en su informe que con tal argumento podría concluirse que "no vale la pena dotarse de ningún equipo anticontaminación". José Luis López-Sors dijo que su prioridad fue siempre que el petrolero no se acercara a las costas, y se quejó de la falta de colaboración del capitán y la tripulación del Prestige. Aseguró que alejar el barco fue una decisión "eficaz y positiva". El 28 de mayo, en A Coruña, la delegación gala se reunió con el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, y con representantes de los ministerios de Defensa, Medio Ambiente y Fomento, quienes presentaron un informe sobre la gestión de la crisis. Los funcionarios informaron de que hasta entonces se habían recogido unas 56.000 toneladas de desechos de las playas, y que el Gobierno no había decidido aún qué hacer con ellas, ante lo que pidieron información a los delegados franceses sobre lo que hicieron ellos con los desechos recogidos en 1999 después del vertido del petrolero Erika frente a las costas de Bretaña. En cuanto a los desperdicios recogidos en el mar, informaron que fueron llevados a una refinería en A Coruña (Agosto 2003).

LA SUPERVISORA DEL 'PRESTIGE' ACUSA A ESPAÑA DE NEGLIGENCIA ANTE UN TRIBUNAL DE EE UU

La faceta judicial del caso Prestige tiene varios frentes abiertos, y uno de ellos es de un tribunal de Nueva York que tiene sobre la mesa dos demandas. La primera, la del Gobierno contra American Bureau of Shipping (ABS), la sociedad clasificadora que certificó que el petrolero estaba en condiciones de navegar. El Ejecutivo considera que la agencia se equivocó en su inspección, y exige una reparación de 700 millones de dólares. ABS ha respondido con una contrademanda en la que acusa al Ejecutivo de negligencia, sostiene que es el único culpable de que el barco se hundiera y le pide daños y perjuicios. American Bureau of Shipping, la entidad clasificadora del Prestige, ha respondido con gran dureza a la decisión española de llevarla a los tribunales. En su contrademanda, presentada el 27 de junio, ABS sostiene que la catástrofe -el buque habría vertido al mar casi 64.000 toneladas de fuel- "puede ser directamente atribuida al fracaso del Gobierno al no activar adecuadamente el plan contra vertidos de combustible al que le obliga la legislación española". Añade que "la decisión de negar al barco el acceso a un lugar de refugio fue una clara violación de sus derechos y el Gobierno actuó de forma muy negligente en su respuesta al accidente". "España debía haber previsto que llevar el barco lejos de la costa en un momento en que el tiempo estaba empeorando podría causar la contaminación de Francia, España, y tal vez Portugal y el Reino Unido", continúa la demanda. Por tanto, concluye, "estos errores del Reino de España fueron la única causa de los daños que se alegan en su demanda, así como los perjuicios que pudieran ocurrir en otros lugares". La demanda sostiene que el Ejecutivo violó las leyes, no sólo las españolas, sino también la Convención de la Ley del Mar de Naciones Unidas y la Convención de Salvamento de 1989 (Agosto 2003).


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