LA CONJURA DE LOS NECIOS

Garzón imputa por falsedad a los peritos que vincularon a ETA con Al Qaeda por el ácido bórico

Auto que clarifica como está el patio

El juez Baltasar Garzón declaró ayer imputados por presunto delito de falsedad en documento oficial a los tres peritos de la policía, Manuel Escribano, Isabel López Cidad y Pedro Manrique, que habían vinculado a ETA con los atentados del 11-M.

Los tres funcionarios, según admitieron ante el magistrado durante la tarde noche del jueves, firmaron el 11 de julio de 2006 un documento interno no oficial que habían elaborado en marzo de 2005 en el que aludían a la posible vinculación entre los islamistas autores de los atentados del 11-M y ETA porque se había encontrado en poder de Hassan el Haski alrededor de un kilogramo de ácido bórico, sustancia que éste utilizaba para matar cucarachas.

La firma del documento, más de un año y cuatro meses después de haberlo realizado, según el juez, tenía la intención de "producir un efecto oficial de un documento, que nunca lo fue, y que jamás fue autentificado con los sellos oficiales de la Comisaría General de Policía Científica, en un momento posterior".Por todo ello, Garzón suspendió las declaraciones como testigos de los tres funcionarios -que iban a continuar ayer por la mañana- y les ha citado a declarar, pero en calidad de imputados, para el próximo 18 de octubre.

El caso es que el informe de los tres peritos había sido esgrimido por el PP y su coro mediático como una prueba de las falsedades que se cometían desde el Gobierno para encubrir que ETA está detrás de los atentados de los trenes de la muerte. Y resulta que Garzón ha demostrado que los que los únicos que presuntamente han falsificado un documento han sido los tres peritos citados.

Islamistas, ETA y antisistema  

Según el relato de hechos del auto de imputación, el 21 de marzo de 2005 los tres peritos elaboraron un informe sobre el análisis del ácido bórico encontrado en poder de Hassan El Haski en el que incorporaban las referencias a ETA y a que también se había encontrado en poder de un joven antisistema. Los funcionarios especulaban con que islamistas, etarras y el militante antisistema hubieran recibido la misma formación.

El documento, de carácter interno y no oficial, fue presentado al jefe de sección, Francisco Ramírez. Éste discrepó del contenido y ordenó que fuera reelaborado, eliminando los aspectos en los que el jefe consideraba que se habían extralimitado por incluir "opiniones subjetivas y faltas de consistencia". Pero al negarse los tres peritos a modificar el borrador, Manuel Escribano sugirió a su jefe que reasignara el caso a otro perito. Ramírez se reasignó a sí mismo como perito, lo que entraba dentro de sus competencias como jefe, y recibió de Escribano una copia digitalizada de su borrador para que pudiera trabajar con el mismo con mayor comodidad, según precisa el auto. Ramírez eliminó las referencias a ETA y al militante antisistema y redactó el informe oficial el 22 de marzo de 2005, remitiéndolo a la Comisaría General de Información.

Pero el jueves, mientras la perito Isabel López Cidad declaraba como testigo, presentó al juez un documento, que es copia del elaborado el 21 de marzo de 2005 y que coincide con el publicado por El Mundo el pasado 21 de septiembre. El citado documento fue presentado como si fuera el original y tuviera el carácter de documento oficial con todos los sellos de la Comisaría de Policía Científica, cuando en realidad no era así.

Lo cierto es que el documento en cuestión había sido impreso de nuevo, desde el archivo informático correspondiente, el 11 de julio de 2006 por Manuel Escribano y firmado en esa fecha por él y sus dos compañeros. Luego, para dar apariencia de que era antiguo, en lugar de presentar ese original, hicieron una fotocopia que entregaron al jefe de la Unidad de Análisis Científico de la Comisaría de Policía Científica, José Andradas, jefe jerárquico de los tres, reclamándole un recibí, pero "sin advertirle de la citada alteración que simulaba la fecha de firma y creación del documento".

Es precisamente la presentación a su superior de una fotocopia en lugar del original del nuevo informe lo que evidencia la intención de confundirle y hacerle creer que lo que no había sido más que un borrador en 2005 había tenido carácter de documento oficial.El juez Garzón ordenó ayer a la policía registrar las mesas de los despachos de los tres policías imputados. El registro comenzó ayer por la tarde.

Por otro lado, el Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, que había recibido las denuncias de varias asociaciones próximas al PP y que había citado para el 2 de octubre a los tres peritos, ha suspendido sine die las comparecencias, al parecer, por la posible presentación de un conflicto de competencias.

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, avaló ayer la actuación del fiscal de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, en este asunto. "Se están practicando actuaciones por ese órgano [el juzgado de Garzón] y creo que de esas actuaciones saldrá un mayor esclarecimiento de los hechos, pero estamos a la espera de lo que está realizando", aseguró

EL INFORME 'MANIPULADO' QUE NUNCA FUE OFICIAL 

El informe que firmaron tres peritos, en el que sin base científica alguna vinculaban a un terrorista implicado en el 11-M con ETA porque tenía un producto para matar cucarachas en su cocina, nunca fue oficial. Pero los peritos intentaron hacerlo oficial 14 meses después de escribirlo, cuando lo volvieron a firmar para entregárselo a sus superiores. El Mundo lo hizo público como verdadero. El juez Baltasar Garzón tomó declaración a los peritos y éstos confesaron su manipulación. El juez ha imputado a los tres peritos.

EL PERITO QUE VINCULÓ A ETA CON EL 11-M CONFIESA QUE FUE UNA "ELUCUBRACIÓN"

La investigación emprendida por el juez Baltasar Garzón a raíz de una denuncia sobre una supuesta ocultación de pruebas policiales en la investigación de los atentados del 11-M ha dado un giro radical al caso. El magistrado, tras las diligencias realizadas el jueves y el viernes pasados, imputó por presunta falsedad en documento público a los tres peritos que vinculaban esta matanza con el terrorismo de ETA a partir del hallazgo de un insecticida (ácido bórico). En las declaraciones en la Audiencia Nacional de los tres agentes de la Policía Científica que realizaron ese informe se aprecia que ni ellos defienden esa teoría.

Manuel Escribano, el perito que dirigió la investigación y elaboró el dictamen en el que se vinculaba a ETA con el 11-M en razón de que uno de los islamistas tenía en su poder ácido bórico y esa sustancia había sido encontrada cuatro años antes en un piso franco de la banda terrorista vasca, ha confesado ante el juez que se trató de una "elucubración", según fuentes de la investigación.

Garzón le preguntó que cuál era la base científica para llegar a la conclusión que se establecía en el informe de que la presencia de ácido bórico "lleva a la posibilidad de que el autor o autores de esos hechos estén relacionados". El perito respondió que "la casualidad".

Escribano reconoció que él había elaborado el informe y que sus compañeros Isabel López Cidad y Pedro Manrique -imputados también por delito de falsedad en documento oficial- se limitaron a firmarlo porque se fiaban de él y de sus investigaciones.

Pero Escribano dijo al juez que no conocía el informe ampliatorio 222-Q1-00 en el que se afirma que "el ácido bórico no es sustancia explosiva ni incendiaria" y luego añadió que la sustancia podría formar parte de la composición de algunos explosivos en una proporción del uno o dos por ciento.

El juez, al ver que modificaba sus declaraciones una y otra vez, le preguntó en qué se basaba para semejante afirmación, a lo que Escribano respondió que lo había leído en alguna parte.Garzón quiso saber, si eso era así, por qué no lo había incluido en el informe, pero el perito precisó que no lo sabía en aquel momento.

El magistrado insistió en si esos datos habían sido descubiertos y publicados en la literatura científica con posterioridad a 2005, pero el perito replicó que lo desconocía.Nuevamente, el juez volvió a insistir si el ácido bórico mezclado con otras componentes podría formar parte imprescindible de una bomba y Escribano destacó que no, que sirve para estabilizar sus componentes, especialmente los elaborados a base de aluminio en polvo y nitratos como el amonal o el amosal, utilizados en el pasado por ETA.

En esa tesitura Garzón preguntó: ¿pero a lo largo de su vida profesional se ha encontrado usted con esa mezcla? A lo que Escribano tuvo que reconocer que no.El interrogatorio derivó a si el perito creía que la tenencia del ácido bórico por parte de Hassan el Haski era porque pudiera estar fabricando explosivos. Escribano se curó en salud y dijo que no podía afirmarlo, que se trataba simplemente de una "apreciación".

Sin embargo, a pesar de haber reconocido que nunca ha visto esa mezcla con ácido bórico ni que se ha usado nunca en España, Escribano volvió a encastillarse e insistió en que el ácido bórico puede ser utilizado para fabricar explosivos, extremo que había descartado al apreciar que su uso podría ser como estabilizante.Todos los peritos de la Comisaría de Policía Científica que han declarado estos días ante Garzón han reconocido que el ácido bórico nunca ha sido utilizado en la fabricación de explosivos o incluso como conservante o estabilizante de los mismos en España.

Esa afirmación fue compartida tanto por el comisario de Policía Científica, Miguel Ángel Santano; el jefe de la Unidad de Análisis Científicos, José Andradas; y el jefe de la sección, Francisco Ramírez, como por los tres peritos, Manuel Escribano, Isabel López Cidad y Pedro Manrique, subordinados de los anteriores y que elaboraron el borrador en el que relacionaban a ETA con los atentados del 11-M, aunque con las precisiones mencionadas anteriormente respecto de Escribano.El algo más de un kilo de ácido bórico que Hassan el Haski, jefe del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, inspirador de los atentados del 11-M tenía en su poder en la cocina de su vivienda de Lanzarote para matar cucarachas, determinó que Escribano lo vinculara con el hecho de que una pequeña cantidad de esa sustancia "llena de pelos" había sido encontrada cuatro años antes en un piso franco de ETA en Salamanca. El informe recogía también que esa sustancia había sido intervenida en 1999 en Madrid a un joven antisistema que había participado en la quema de un cajero automático.

Pero el ácido bórico es una sustancia legal que aunque teóricamente pueda servir como estabilizante de algún componente orgánico de explosivos, nunca se ha utilizado en España. Todos los peritos que depusieron ante el juez Garzón admitieron que en toda su vida profesional jamás han visto la utilización de esa sustancia en explosivos y que tampoco nunca ha sido utilizada en ningún atentado en España. De hecho, los peritos reconocieron que no se podría imputar a Hassan el Haski por delito de tenencia de sustancias explosivas por el hecho de tener ácido bórico.Isabel López Cidad, una de los peritos firmantes del borrador original, aportó una serie de documentación sobre los posibles usos del ácido bórico, que según reconoció habían sido extraídos de Internet el día anterior a ser citados a declarar ante el juez. López Cidad y su colega Pedro Manrique confesaron que no habían buscado ni comprobado nada respecto del informe original y que simplemente se habían limitado a firmarlo por indicación de Escribano.

Nueva copia

También dijo que sólo hace unos días, a partir del 25 de septiembre pasado, supo por un informe extraído por un compañero de Internet que el ácido bórico podía ser utilizado para estabilizar artefactos pirotécnicos.Los tres peritos admitieron ante el juez que no disponían del dictamen que habían elaborado en 2005 y que había merecido el reproche de su superior Francisco Ramírez, y que por tanto, cuando el jefe de la Unidad, José Andradas les pidió todos los informes que hubiera sobre análisis de muestras del sumario del 11-M, Escribano volvió a imprimir una nueva copia que les pasó a Manrique y López Cidad a la firma.Por su parte, el jefe de la Sección, Francisco Ramírez, declaró ante el juez que los tres peritos se habían extralimitado en sus observaciones, aunque el análisis de la sustancia era correcto. Indicó que les pidió que rectificasen su informe porque las observaciones relativas al posible vínculo con ETA y el joven antisistema no tenía ningún rigor profesional y que Escribano se negó a hacerlo. Aseguró que el dictamen de los peritos nunca fue un documento oficial, pues él no dio el visto bueno, y que tenía facultades para reasignarse como perito, como así hizo. www.elpais.es 01.10.06

Los tachones de 'típex'  

El comisario general de Policía Científica, Miguel Ángel Santano, le entregó al juez Baltasar Garzón el libro de registro de muestras, de uso interno en la comisaría, del que El Mundo publicó una página haciéndolo pasar como el libro de salida de informes, que tiene carácter oficial. El libro de registro, de unas 200 páginas, fue abierto en julio de 2003 y en él aparecen, en reiteradas ocasiones, tachados con típex, sobre los que se han escrito otras anotaciones.La explicación de esos tachones, según las declaraciones realizadas en la Audiencia Nacional, es que se trata de un libro de utilización interna y lo habitual es que, cuando se hace alguna modificación por parte de los peritos, se anota sobre lo borrado. El comisario Santano explicó que todos los funcionarios del laboratorio tienen acceso a ese libro y que la rectificación normalmente la hace el encargado del citado libro.Santano añadió al magistrado que cuando vio que se publicaba en un diario una hoja del libro con un tachón temió que alguien pudiera hacerlo desaparecer, por lo que decidió hacerse cargo de él para aportarlo en los juzgados.En la página 160, efectivamente, hay una anotación del 16 de marzo de 2005, parcialmente tachada, y seguida de una firma del perito, que corresponde a la de Pedro Manrique, perito que ahora está imputado, con dos compañeros, de falsedad. www.elpais.es 01.10.06

Garzón investiga si el informe del ácido bórico fue falseado por encargo  

El juez Baltasar Garzón sospecha que el informe del ácido bórico que vinculaba a ETA con un islamista involucrado en el 11-M fue falseado por encargo. El magistrado, que ha imputado por falsedad documental a tres peritos de la Comisaría General de Policía Científica, ya sabe que los químicos eludieron escribir en su borrador de marzo de 2005 que el ácido bórico "no es sustancia explosiva ni incendiaria", tal y como quedó reflejado en un informe elaborado en 1999 por dos de los peritos ahora acusados durante la investigación sobre un militante antisistema en cuya casa se halló la citada sustancia.Garzón continuará dentro de dos semanas las pesquisas sobre la supuesta falsificación del informe, con la toma de declaración de los tres peritos, ahora como imputados. El juez ha registrado sus puestos de trabajo en busca de nuevas pruebas para confirmar su decisión. Las fuentes consultadas aseguran que el magistrado sospecha que el informe de marzo de 2005 pudo ser falseado en julio de 2006 por encargo, una vez iniciada la campaña del PP sobre la supuesta ocultación de informes policiales que vinculaban el 11-M con ETA.La pesquisa ha permitido determinar que los químicos desoyeron dos instrucciones de la Secretaría de Estado de Seguridad, la última de 1997, en la que se ordena a los peritos que se abstengan de incluir en sus informes "impresiones y apreciaciones subjetivas o de ineficacia esclarecedora". También ha permitido saber que dos de los peritos ahora acusados elaboraron un informe en 1999 en el que se decía que el ácido bórico no es una sustancia explosiva ni incendiaria.

Dicho informe fue elaborado tras la detención de Iván M. G., considerado un joven antisistema, que fue acusado y juzgado por quemar en 1998 un cajero automático en la calle de Biarritz, en Madrid. Sin embargo, en las observaciones del borrador de informe pericial ahora cuestionado no incluyeron la ineficacia explosiva del ácido bórico. El joven fue finalmente condenado a una multa de 45 euros por daños en grado de tentativa y la propia Audiencia de Madrid descartó el uso explosivo de la citada sustancia, universalmente conocida como insecticida y antiséptico.El documento que incluía los vínculos de ETA, los antisistemas y el dirigente del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, Hasan El Haski, fue recuperado y firmado con fecha falsa el 11 de julio de este año. Días después, el PP empezó a acusar al Gobierno de ocultar informes sobre los vínculos entre ETA y el 11-M, a pesar de que en el sumario hay varios tomos, con miles de páginas, que descartan esa relación, también desechada por todos los servicios secretos del mundo.El que era director general de la Policía cuando se produjo el 11-M, Agustín Díaz de Mera, quien ya divulgó en la Cope la supuesta ocultación de informes que relacionan el 11-M con ETA, divulgó ayer una nota a través del PP en la que asegura que es "rotundamente falso" que haya participado en una trama para falsear el informe. "Ni he participado en ninguna trama ni existe, dado que ni conozco a los citados peritos ni he hablado con ellos jamás". Por tanto, añade, "es imposible colaborar en ningún tipo de trama conspirativa". www.elpais.es 01.10.06

LA GUARDIA CIVIL TAMPOCO VINCULA A ETA

La Guardia Civil tampoco ha hallado rastro alguno de ETA en sus investigaciones sobre el 11-M. El documento reproducido contiene las conclusiones del instituto armado sobre la trama asturiana del explosivo y el atentado. Este cuerpo descartó desde el mismo día del atentado la autoría o implicación de ETA en la matanza. www.elpais.es 01.10.06

 

Auto del juez Baltasar Garzón con el que imputa a los tres peritos que vincularon ETA y el 11-M

(bajatelo integro en pdf)

Hechos.

Primero. En el día de ayer se convocaron como testigos para prestar declaración en esta causa, entre otros, a Isabel López Cidad, Pedro Manrique Manrique y Manuel Escribano, peritos policiales que elaboraron el informe 48-Q3-05 de fecha 21 de marzo de 2005 sobre análisis de ácido bórico hallado en el domicilio de Hassan El Haski, preso en esta causa por integración en organización terrorista, y lo presentaron al Jefe de Sección D. Francisco Ramírez quien, al discrepar del contenido del documento, que, en ese momento tenía el carácter de documento interno no oficial en la Comisaría General de Policía Científica, le indicó al Sr. Escribano que debían reelaborarlo, eliminando las observaciones que contenía al extralimitarse de lo que se les habían solicitado y responder esas observaciones a opiniones subjetivas y faltas de consistencia; al negarse a modificar el informe presentado los tres peritos, el Sr. Escribano le sugirió al Sr. Ramírez que reasignase el caso a otro perito, sin que conste que le devolvieran su informe original.

El Sr. Ramírez se reasignó a sí mismo el caso como perito, lo cual estaba dentro de sus competencias como Jefe de Sección a la vez que recibió de manos del Sr. Escribano copia del informe en un archivo en Word, que ha sido aportado por el Sr. Ramírez en el día de la fecha, para que pudiera trabajar con el mismo, lo que efectivamente hizo redactando el informe oficial el 22 de marzo de 2005, sin incluir las observaciones, remitiéndose a la Comisaría General de Información, organismo peticionario (Unidad Central de Información Exterior).

En el día de ayer, 28.09.06, en el curso de la declaración de la testigo-perito Isabel López Cidad ésta presentó un documento consistente en una copia del documento de 21.03.05, que coincide con el publicado en el diario El Mundo del día 21.09.06, y, que dio inicio a una serie de actuaciones judiciales, tras ser presentado en el JuzgadoCentral de Instrucción número 6.

El referido documento, lo presentaron como elaborado y correspondiente al documento de 21.03.05, sin advertir inicialmente que dicho documento hubiera sido realizado en otra fecha. Lo cierto es que el informe había sido extraído el día 11 de julio de 2006 de su archivo informático por el Sr. Escribano y firmado por él y por los otros dos peritos el mismo 11 de julio pero con fecha 21.03.05, presentando una copia al Sr. Andradas, responsable jerárquico de los tres, sin advertirle de la alteración que simulaba la fecha de firma y creación del documento.

Razonamientos jurídicos. Los hechos relatados de los que se tuvo conocimiento en el día de ayer en el transcurso de las declaraciones testificales acordadas, hasta este momento procesal desvelan la posible comisión de un delito de falsedad, del art. 390.-2 del C. Penal producido en documento oficial, en tanto que ha sido presentado como tal en este Juzgado en el día de ayer, y previamente, a través de los medios de comunicación, ha tenido acceso a varios organismos judiciales.

El documento de fecha 21 de marzo de 2005 que aparece publicado en el diario El Mundo del día 21 de septiembre y que ha sido reconocido por los peritos Isabel López Cidad, Pedro Manrique Manrique y Manuel Escribano Escribano y que responde a la identificación de 48-Q3-05 aportado por el Ministerio Fiscal y en el día de ayer por Isabel López Cidad fue extraído de un archivo informático por el Sr. Escribano y firmado el día 11 de julio de 2006 por los tres peritos, para ser entregado por medio de fotocopia al Sr. Andradas, Jefe de la Unidad de Análisis Científico de la Comisaría General de Policía Científica en ese mismo día, como así consta en el documento o "recibí" que el Sr. Andradas les firmó en ese mismo día, sin que en ningún momento aludieran los ahora imputados a que no era el documento entregado por ellos el 21 de marzo de 2005 sino otro preparado al efecto en el mes de julio de 2006. Con ello, queda, indiciariamente acreditada la intención de producir un efecto oficial de un documento, que nunca lo fue y que jamás fue autentificado con los sellos oficiales de la Comisaría General Policía Científica, en un momento posterior (un año y casi 4 meses después). Con la presentación del documento en este Juzgado en el día de ayer y, con la práctica de las diligencias del día de hoy, no queda otra alternativa que la de cambiar la condición de testigos de Isabel López Cidad, Manuel Escribano Escribano y Pedro Manrique Manrique a la de imputados, para prevenir sus Derechos y poder practicar las diligencias que correspondan con asistencia de letrados de su libre designación, suspendiéndose la declaración que como testigos debía tener lugar en el día de hoy.

Vistos los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación

Parte dispositiva. Se acuerda suspender las declaraciones testificales de Isabel López Cidad, Manuel Escribano Escribano y Pedro Manrique Manrique y tenerlos por imputados en esta causa, por un presunto delito de falsedad en documento oficial.

Se acuerda citar a los anteriores para que comparezcan en este Juzgado el día 18 de octubre de 2006 a fin de recibirles declaración, debiendo comparecer con letrado(s) que les asista, señalándose para la Sra. Isabel López Cidad la hora de las 10 de su mañana, para el Sr. Pedro Manrique las 10,30 de su mañana y para el Sr. Escribano Escribano las 11 horas de su mañana.

Así por este auto, lo acuerda, manda y firma Don Baltasar Garzón Real, Magistrado de este Juzgado Central de Instrucción n° 5 de la Audiencia Nacional; doy fe.

www.elpais.es 30.09.06

 

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