Especial  Zaplana & Ana Rosa Quintana

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DÍA 12 DE FEBRERO. TERCEROS SINTOMAS. ADEMAS DE LIARSE LA COSA , YA NADIE SABE  COMO PUEDE ACABAR

  • Zaplana también copió pasajes de expertos que colaboran en la obra dirigida por Pujalte

  • La copia a profesores de Sevilla y un interventor de Madrid cuestiona la versión del presidente

LEVANTE-EMV .Valencia

Las copias textuales de párrafos y frases contenidas en el libro El acierto de España firmado por el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, no se circunscriben a la aportación que el portavoz de Economía en el Congreso y diputado valenciano, Vicente Martínez-Pujalte, hizo a la obra Análisis del sistema de financiación autonómica. Bases para un nuevo modelo, editada por Bancaja en junio de 2000.

Además de las reproducciones de pasajes escritos por el profesor de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Sevilla, Francisco Adame, y el catedrático de la citada Universidad y presidente del Consejo para la Defensa del Contribuyente, Javier Lasarte Álvarez, desveladas el pasado sábado por Levante-EMV, existen más casos de copias a otros expertos que colaboraron en la publicación de Bancaja.

En concreto, este diario ha detectado calcos en El acierto de España de dos pasajes contenidos en el capítulo cuarto escrito por Francisco Torres Cobo, interventor del Estado e Inspector de los Servicios del Ministerio de Economía y Hacienda. El autor de esta parte de libro editado por Bancaja titulada Evolución del sistema: los modelos quinquenales, es, al igual, que los profesores Adame y Lasarte, poco sospechoso de haber utilizado en sus escritos las mismas «fichas de trabajo» que el presidente Zaplana o sus conferencias sobre el nuevo modelo de financiación autonómica.

La existencia de más pasajes idénticos en uno y otro libro que además no se corresponden con el capítulo escrito por Pujalte y por el economista Pablo Oliete pone en cuestión, si cabe aún más, las explicaciones ofrecidas por Zaplana y el diputado que se resumen en que ambos usaron la misma base de datos técnicos y en que el diputado se inspiró en las ideas del presidente. De un lado, parece lógico afirmar que usar la mismas fuentes de información (bien fichas de trabajo, bien intervenciones del jefe del Consell) no conlleva que ambos políticos se expresen de la misma manera. Cabe insistir además en que Martínez-Pujalte entrecomilla o identifica a pie de página todas las reflexiones que tomo prestadas de Zaplana (cosa que no hace el presidente que no identifica fuentes ni bibliografía) y que ninguno de los al menos doce pasajes copiados que este diario ha reproducido en los últimos días corresponden a estas citas.

Pujalte se refirió el pasado sábado a que para preparar su aportación tuvo a su disposición «las fichas» que venían manejándose por el Gobierno valenciano. De mantenerse esta versión, se habría de deducir que los expertos de Sevilla y Madrid también acudieron a las fichas del Consell, algo que parece bastante improbable.

Tampoco tiene nada que ver con copiar frases y textos literales el hecho de que fuera Zaplana el primero en anunciar públicamente su propuesta sobre el nuevo modelo de financiación y que, casi un año después, Pujalte diera a estas ideas un «soporte científico» en su aportación al libro de Bancaja. Cuestiones ambas que este diario nunca ha puesto en entredicho.

Con independencia del debate sobre a quién corresponde la paternidad de esta propuesta (y sin entrar a recordar que la agencia de noticias Europa Press informó en su día que la iniciativa partió del propio Ministerio de Economía y que se eligió a Zaplana para divulgar este modelo para rebajar desde una comunidad autónoma las reivindicaciones de Cataluña) no deja de sorprender el paralelismo entre El acierto de España y Bases para un modelo de Financiación. Tal como mostró ayer este diario, la estructura de las partes dedicadas al nuevo modelo de financiación son casi como dos gotas de agua. Comienza Martínez-Pujalte haciendo un balance del modelo que se agota para adentrarse en los objetivos de la propuesta de financiación, que divide en cuatro: vertebración, coordinación, eficacia, armonía y mayores dosis de autogobierno. Acto seguido explica las bases para el modelo centrados en la coordinación, la autonomía financiera, la suficiencia económica, la corresponsabilidad fiscal y la solidaridad. Por último, da sugerencias para su instrumentalización: la incorporación de la Sanidad en el modelo, la creación de impuestos propios, la cesión de hasta un 50% del IRPF, el IVA y los impuestos especiales, los mecanismos de garantía y de solidaridad.

Paralelamente, Zaplana, que en páginas anteriores ya ha hecho un repaso por el modelo vigente, distribuye de igual manera los objetivos y los principios. Sus sugerencias aparecen recogidas bajo el epígrafe «La letra del modelo» en el que se habla del IRPF, la Sanidad, el IVA, etc.

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